Negligencia médica en el parto: momentos más críticos

El parto es uno de los procesos más sensibles en lo que a negligencias médicas se refiere dado que cualquier error puede determinar la producción de secuelas en el bebe de por vida, mediante la siguiente publicación repasaremos los hitos más críticos del parto en lo que a negligencias médicas se refiere.

El parto es un momento muy delicado, siendo uno de los momentos en los que pueden producirse más negligencias médicas.

En este sentido, las intensas contracciones maternas son necesarias para que se produzca el alumbramiento, pero también pueden provocar una pérdida de bienestar fetal que, de prolongarse, pueden determinar la aparición de dificultades y problemas para el bebe.

Aquí es donde entra en juego la interpretación de las gráficas de bienestar fetal y su monitoreo, dado que un tiempo excesivo puede generar secuelas en el bebe, como daños cerebrales en el bebe, constituyendo la deficiente interpretación en este caso como una palmaria negligencia médica.

En algunas ocasiones, los problemas comienzan antes del parto, durante el embarazo cuando no se estime bien el tamaño del feto y éste no logre salir por el canal del parto de la madre, lo que puede causar que el bebe se atasque por una distocia de hombro y haya que realizar maniobras para extraerlo.

Otra de las consecuencias graves es provocarle al niño una parálisis braquial, pudiendo llegar incluso al arrancamiento de los nervios del brazo del neonato, lo que puede determinar la necesidad de operación y rehabilitación así como secuelas; produciéndose una negligencia médica cuando había indicadores de que esto podría suceder y no se hizo nada, lo que ocurre cuando, por ejemplo, la madre es diabética y el niño macrosómico que convendría realizar una cesárea.

Un procedimiento muy delicado y que puede afectar a la salud del feto en mayor medida es la extracción mediante instrumental.

Efectivamente, existen una serie de instrumentos que sirven para ayudar a la expulsión, como la ventosa, el fórceps o la espátula, que será necesario usar cuando las gráficas señalen complicaciones; pero que, el caso de emplearse inadecuadamente o demasiado pronto, al agarrar la cabeza del niño para la rotación y al estirarlo se le pueden causar lesiones cerebrales.

Así pues, dependiendo de una serie de circunstancias, el feto puede sufrir una parálisis cerebral provocada por mala praxis, evolucionando a deterioro cognitivo, problemas motores, pérdidas de visión u oído, así como problemas en la columna vertebral y cifosis en los pies.

Asimismo, otra de las consecuencias, por desgracia, puede ser el fallecimiento del niño.

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